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Evaluación para el Aprendizaje

«La evaluación que se diseña de manera explícita para promover el aprendizaje es la herramienta más simple y más poderosa para elevar los estándares y empoderar aprendices para toda la vida» [Beyond the Black Box, Assessment Group, 1999]

En nuestra labor, los profesores trabajamos dos tipos de evaluación: la sumativa y la formativa. Sin embargo, en la práctica la evaluación sumativa es aplicada de manera sistemática para medir y calificar el aprendizaje final de un proceso, mientras que el uso de la evaluación formativa es dejado a la intuición de cada docente.

La Evaluación para el Aprendizaje (EpA) potencia el concepto de evaluación formativa precisando sus principios orientadores y las estrategias de aula para aplicarla con los estudiantes. EpA transforma la evaluación en una herramienta del estudiante para aprender más y mejor y deja de ser un instrumento que usa el profesor solo para calificar a sus estudiantes.

EpA tiene ciertos principios orientadores esenciales para la práctica pedagógica:

  • Retroalimentación efectiva. Entrega información al estudiante que le permite saber «dónde está en su aprendizaje» y «Cuál o cuáles son los pasos a seguir para avanzar».
  • Participación activa de los estudiantes en su aprendizaje. Los estudiantes comprenden y colaboran con el profesor sus metas de aprendizaje, los indicadores de logro asociados a la mismas y evalúan su desempeño.
  • Ajuste de la enseñanza teniendo en cuenta los resultados de la evaluación. La información que provee la evaluación debe ser analizada y usada para tomar decisiones en la práctica pedagógica y las f
  • Reconocimiento de la gran influencia que tiene la evaluación en la motivación y la autoestima de los estudiantes.

Convivencia

Tenemos un espacio privilegiado para la socialización; en él podemos promover el desarrollo de las ideas, compartiendo, confrontando opiniones y creencias diversas con interés, respeto y tolerancia.

Los conflictos son parte de nuestra convivencia democrática, con ellos aprendemos a dialogar, a apreciar un hecho desde distintos puntos de vista, a esforzarnos por ser receptivos hacia los sentimientos del otro y a buscar soluciones acordadas.

Incentivamos y celebramos el ser sinceros, defender las creencias, hacer lo correcto a pesar de las presiones, cumplir las promesas, ser perseverantes, asumir las consecuencias de las decisiones que tomamos, preocuparnos por los sentimientos de otros, cuidar a los amigos, cuidar la propiedad colectiva y ajena, ser corteses, amables y colaboradores.

Enfrentamos la mentira, las palabras que menoscaban o hieren, la violencia y toda señal de discriminación y exclusión.

«Queremos sombreros en vez de coronas, llevar nuestra fiesta por el universo.»

En este espacio de socialización los adultos ayudamos a los niños, niñas y jóvenes a reflexionar sobre las posibles respuestas y a optar correctamente en forma cada vez más autónoma. Sabemos que el ejemplo de profesores, padres y madres, dice más que mil sermones.

Estamos convencidos que a convivir se aprende, no basta con normar. Por ello incorporamos acciones formativas en el currículum a través del programa de Ciudadanía y Desarrollo Personal.

Políticas anti bullying

Contra el acoso escolar.

El acoso escolar (también conocido como hostigamiento escolar, matonaje escolar o por su término inglés bullying) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares que se caracteriza por ser repetitivo o persistente, llevado a cabo por un individuo o grupo, suponer un desequilibrio de poder.

También consideramos un acto de bullying, aunque ocurra una sola vez, la creación de una comunicación vía internet que insulte, injurie y menoscabe la dignidad de las personas.

Los matones suelen esconderse y cobijarse en nuestras antiguas ideas que el acusete es malo y que el soplón es alguien despreciable. Tanto el acusete como el soplón son resabios de las sociedades sin democracia, con conflictos no resueltos o de grupos mafiosos. En algunos casos el soplón realiza su acción bajo presión, para ganancia personal o para salvar la vida. En una sociedad democrática, aquel que reclama porque no respetan la fila, porque se robaron la prueba, porque no respetan sus opciones o porque un apoderado entró al colegio a exceso de velocidad, lo hace por el bien común, sin ganancia personal y a sabiendas que el responsable sólo deberá asumir las consecuencias de sus acciones.

Diferenciar cuándo se trata de una situación de acoso y cuándo es una muestra de nuestra cultura del sentido del humor burlesco es una decisión compleja y muchas veces difícil de zanjar. Es trabajo de todos poder reconocer que el límite es el bienestar del otro y reflexionar continuamente respecto de cuánto toleramos y modelamos el mal trato.

Los/as estudiantes aprenden a denunciar el matonaje y los canales para pedir ayuda, saben que tienen el derecho y el deber de denunciar si alguien no es tratado bien y en forma justa.

Los/as profesores promueven un clima en que la violencia y el matonaje no pueden desarrollarse usando unidades didácticas de diversos subsectores para tratar el tema.

Todos/as los/as trabajadores/as del Latino tienen claridad sobre su responsabilidad en prevenir y responder al matonaje.

Las madres y padres saben que pueden complementar y apoyar al Colegio en su política anti-bullying invitando a otros padres y madres a que les comenten este tipo de situaciones, a actuar responsablemente y a usar los canales institucionales y, por cierto, educando a sus hijos/as en el deber de denunciar las injusticias aunque provengan de sus pares y amigos.

Política de Alimentación sana

El Latino es territorio libre de comida chatarra

El Colegio es un lugar protegido, así como procuramos ser un espacio sin mal trato y modelamos con la cordialidad, también queremos ser un espacio libre de comida chatarra, por lo que es necesario modelar con la alimentación que se consume dentro del Latino.

El INTA plantea que: «un buen desayuno debe incluir leche, pan o cereales y fruta o jugos de fruta, se pueden agregar otros alimentos como huevos, queso, quesillo, yogurt o palta, y así evitar el consumo de alimentos con alto contenido de grasa, azúcar y sal, frecuentes en colaciones escolares»

Los cereales -trigo, arroz, maíz, avena y centeno- aportan energía al organismo, además de vitaminas, minerales y fibra dietética. Es importante tener cuidado con los cereales procesados que tienen mayor aporte de azúcar, sodio (sal) y materia grasa. Lo primero y más importante es que los estudiantes tomen un buen desayuno y así disminuir la cantidad de alimento que deseen comer en el Colegio.

Los estudiantes pueden traer de colación fruta, yogurt, cereales, entre otros. No se pueden traer golosinas.

Los adultos y niños/as no pueden traer al Colegio helados, bebidas, dulces o chocolates, con excepción de ocasiones especiales que el Colegio da a conocer oportunamente.

Los adultos no pueden fumar dentro del Colegio ni tomar bebidas de fantasía o alcohólicas.